Salud Emocional

La salud emocional es una parte esencial de la salud. Hace referencias al bienestar psicológico de la persona, entendiendo este bienestar como la capacidad de sentirse bien con uno mismo, de tener relaciones sociales de calidad y de manejar las emociones, tanto positivas como negativas, de forma adecuada y adaptativa.

Ser emocionalmente saludable o significa que sea feliz todo el tiempo. Significa que es consciente de sus emociones. Puede lidiar con ellas, ya sean positivas o negativas. Las personas sanas emocionalmente también sienten estrés, enojo, y tristeza.

La salud mental es importante en todas las etapas de la vida, desde la niñez y la adolescencia hasta la adultez y la vejez.

¿Por qué es importante la salud emocional?

La salud emocional es importante porque puede ayudarle a:

Enfrentar el estrés de la vida.
Estar físicamente saludable
Tener relaciones sanas
Trabajar productivamente
Aceptarte y amarte tal como eres.

Desequilibrios Emocionales

La ansiedad y depresión, el estrés son unas de las principales disfunciones emocionales que puede sufrir una persona. Si persisten durante períodos largos de tiempo afectan a la vida diaria, es recomendable acudir al médico.

Ansiedad y Depresión

La ansiedad surge de la anticipación frente a estímulos cuyo origen puede ser interno (pensamientos, ideas, etc...) o externo. Cursa con determinados síntomas somáticos, con tensión, y con sentimientos desagradables. En la mayoría de los casos, la ansiedad es un proceso normal y adaptativo cuya finalidad es preparar el organismo para reaccionar a una situación de emergencia.

En algunas personas, la ansiedad desencadena respuestas no adaptativas que interfieren con su estilo de vida desencadenando trastornos de ansiedad.

Ansiedad y Depresión está relacionados. Normalmente las personas con depresión tienen episodios de ansiedad, y las personas con ansiedad pueden terminar desarrollando depresión, lo cual provoca aislamiento social pérdida del sentido de la existencia, mayor abatimiento y la creencia de que no existe solución a los problemas.

Los estados depresivos tienden a manifestarse de manera diferente de cada persona, que puede experimentar falta de iniciativa, melancolía y agotamiento. Este estado de ánimo bajo hace que, con frecuencia, se pierda el interés por actividades que antes se disfrutaban.

"Sumiste su amor propio bajo cero, la obligaste a abandonarse cuando menos se quería la dejaste sola y fría, balanceándose en el hielo como a ti te apetecía. Porque tener ansiedad no es estar nervioso, es una enfermedad mental que afecta a millones de personas. (Subze y Dante) ".

Otros signos típicos incluyendo el aislamiento, rehuir actividades de la vida diaria o un aumento de la necesidad de dormir. Sin embargo, los estados depresivos también pueden estar asociados con agitación nocturna y dificultad para concentrarse o tomar decisiones.

"Demasiado triste para llorar, demasiado difícil de levantarme ni siquiera lo intento porque me asusta arruinarlo, no me gusta hablar solo me quedo en mi cama. Ni siquiera intento salir con mis amigos, no soy suicida pero a veces las cosas se vuelen confusas. (Sasha Alex Sloan)".

El Estrés

El estrés fisiológico ante situaciones puntuales que pueden amenazar nuestra vida es perfectamente normal y adaptativo, pero cuando la situación de estrés se prolonga a lo largo del tiempo, hablamos de distrés.

El estrés genera numerosas reacciones en el organismo que requieren mucho oxigeno: los bronquios se dilatan y aumenta la frecuencia de la respiración; los músculos están permanentemente tensos; aumentan el pulso y la presión sanguínea; el corazón debe incrementar su potencia de bombeo; se liberan en mayor cantidad las hormonas del estrés, como la adrenalina, el cortisol y la noradrenalina. Luego aparece la fase de agotamiento.

Si no permitimos que el organismo se recupere de esta situación, llegamos a un estado de estrés permanente; en el que se van consumiendo las reservas de energía y micronutrientes del cuerpo de forma progresiva. Esto puede conducir a un agotamiento crónico, síndrome de burnout u otras enfermedades causadas por el estrés.

Para reponer los depósitos de energía, el cuerpo necesita descanso, ejercicio físico moderado y un aporte de micronutrientes adecuado. Minerales como el magnesio y vitaminas del grupo B, ayudan a recuperarse del cansancio y la fatiga y permiten un buen rendimiento cognitivo.

¿Cómo mantener una buena Salud Emocional?

A continuación, te presento algunos consejos para mantener tus emociones en equilibrio.

Aprender a expresar tus sentimientos de forma adecuada: Guardar tu sentimientos te hará consumir energía, y podría causarte problemas en tus relaciones interpersonales, trabajo o escuela. Si algo te molesta , simplemente exprésalo.
Piensa antes de actuar: Aunque tengas fuertes emociones, es importante que no te dejes llevar y digas algo de lo que puedas arrepentirte. Toma tu tiempo para pensar las cosas.
Lleva una vida balanceada: Realiza las actividades que disfrutes y concéntrate en las cosas positivas que hay en tu vida.
Cuida de tu salud física: Si tienes malestares físicos, tendrás molestares emocionales. Haz ejercicio, come saludable y duerme lo suficiente.
Aléjate del estrés: Si no es posible mantener las situaciones estresantes lejos de tu vida, recurre a métodos relajantes, como la respiración y la meditación.

Si te es imposible alcanzar la estabilidad emocional, puedes pedir asesoría psicológica o acudir a grupos de ayuda.